Seguridad en bienes de consumo: innovación que hace la diferencia
Con las etiquetas de seguridad, los fabricantes de bienes de consumo pueden combatir la falsificación, la manipulación de envases y garantizar la integridad de sus productos, evitando pérdidas económicas y preservando la imagen de marca.
Marcas y productos: Lo más importante para las empresas.
Construir reputación es un trabajo duro, que requiere inversión y, sobre todo, alineación entre lo que se promete y lo que se entrega al público consumidor, por lo que la seguridad de los bienes de consumo es sumamente importante. Generalmente, todo el proceso de producción y distribución recibe una enorme atención por parte de los fabricantes, que buscan asegurar que, en el punto de venta, los productos sean atractivos y que creen la experiencia de usuario esperada.
Sin embargo, ¿qué pasaría si todo ese esfuerzo fuera desperdiciado por un solo detalle que puede evitarse fácilmente? En este blog mostraremos el daño causado por dos problemas relativamente comunes que enfrentan las grandes marcas: la falsificación y la manipulación de paquetes en el intervalo entre la salida de fábrica y el momento del consumo.
El objetivo es mostrar que existen soluciones disponibles, con diferentes grados de complejidad, para prevenir estas situaciones, preservar la imagen de las marcas y garantizar la seguridad de los bienes de consumo.
Regionalmente, estamos atravesando un momento complicado desde el punto de vista económico, agravado por un contexto de crisis global provocado por una enorme – y aún fuera de control – crisis de salud. Como resultado, se espera que las empresas busquen reducciones de costos generales (que pueden impactar en los materiales de packaging) como respuesta a la previsible necesidad por parte del consumidor a buscar alternativas más económicas de productos que se ajusten a un presupuesto más ajustado.
¿Por qué, en este escenario, los propietarios de marcas deberían evaluar soluciones que agregan características de seguridad a los bienes de consumo (y por lo tanto costos) a sus empaques? Les compartimos cinco consideraciones que responden a esta aparente paradoja.
- El entorno actual, con presiones presupuestarias y un aumento de las ventas en línea, es muy propicio para los falsificadores, como se verá a continuación. Esto destaca la necesidad de que las marcas le aseguren a su audiencia que los productos que consumen son auténticos.
- Las acciones de seguridad de los bienes de consumo ayudan a incrementar la eficiencia en la distribución de los artículos manufacturados, reduciendo las pérdidas por robo y permitiendo, según la tecnología utilizada, un estricto control de inventarios y trazabilidad de los procesos.
- Los elementos de seguridad ayudan a inhibir las violaciones de los empaques, lo que reduce las pérdidas de productos y asegura la calidad del contenido. Un punto importante para asegurar la integridad física del consumidor.
- Los problemas con la falsificación o la pérdida de calidad debido a la violación del empaque recaen inevitablemente sobre las marcas, las cuales sufren ademas daños en su imagen de marca. Si bien no siempre se considera en las revisiones de proyectos de seguridad de productos de consumo, este aspecto es crítico, ya que no solo puede reducir el valor de marca, sino que también allana el camino para que los consumidores busquen marcas alternativas.
- La falsificación o manipulación de productos puede poner en riesgo la salud y la integridad de los consumidores. Los ejemplos más obvios son los medicamentos, los alimentos y las bebidas. Pero hay muchos otros. Imagínense, por ejemplo, las consecuencias de utilizar juguetes falsificados que no siguen los estándares de construcción, o bien de hacer un entrenamiento de running con un zapato que no incorpora la tecnología prometida.
Teniendo esto en cuenta, es necesario comprender que lo que implican los proyectos de seguridad y protección de la marca va mucho más allá de la cuestión del costo unitario de un pequeño sello o etiqueta que se agregará. Es necesario considerar todo el sistema de packaging, e involucrar a las diferentes áreas de la empresa en el proceso de toma de decisiones, buscando una solución que dé cuenta de lo que se pierde sin la seguridad de los bienes de consumo y lo que se puede ganar con ello, como la ganancia de eficiencia y la reducción de pérdidas por robos, por ejemplo. O bien la construcción de una imagen de marca sólida y con credibilidad de mercado.
Qué buscar y a quién involucrar en proyectos relacionados a la seguridad de los bienes de consumo
En lo que respecta a la seguridad de los bienes de consumo, hay dos aspectos básicos a analizar. Por un lado, está la integridad de las personas que utilizarán el producto, que no pueden estar expuestas a los riesgos físicos provocados por el acto de consumo: dosis inadecuadas de medicamentos, contaminación por suciedad, lesiones, adulteraciones, etc.
Por otro lado, está la garantía de autenticidad del producto en sí, que le da a las personas la certeza de que están llevando exactamente lo que compraron, y que está directamente conectada con la imagen del fabricante y la calidad del producto que está vendiendo.
Aunque se pueden dividir a efectos de análisis y búsqueda de soluciones, los reflejos de estos dos problemas a menudo se superponen. Los riesgos que representan ambos recaen inevitablemente en el consumidor, y la responsabilidad de cualquier no conformidad o mala experiencia termina siendo atribuida al fabricante, incluso si los efectos negativos fueron causados intencionalmente por un tercero.
Por lo tanto, al iniciar un proyecto de seguridad de bienes de consumo, evalúe quién es el responsable, dentro de su empresa, quién puede tener “pérdidas” o “ganancias” con las decisiones derivadas de esta iniciativa: área industrial, compras, I + D, logística, marketing o quién corresponda según el proyecto. También es conveniente involucrar a otras organizaciones en el proceso, como lo pueden ser los proveedores de empaque, transportistas, distribuidores, minoristas, entre otros.
Luego, intente comprender todos los caminos posibles que tomarán los productos a proteger desde el momento en que salen de su línea de producción hasta que llegan al consumidor, con el fin de evaluar dónde se encuentran los puntos potenciales de vulnerabilidad.
Los pequeños cuidados incorporados a sus procesos pueden traer excelentes resultados. Los precintos, etiquetas y otros elementos de seguridad pueden ser grandes aliados en este sentido, ofreciendo buenas soluciones, con diversos grados de complejidad.
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